miércoles, 8 de julio de 2015






Cuando te das cuenta que las críticas, valen la pena. No cambio mi decisión, por el mejor trabajo del mundo, por la mejor casa del mundo... Yo tengo la mejor vida del mundo, los mejores hijos y la mejor satisfacción. Esto no es sacrificio, para esto es que vinieron a mi, para darme a ellos sin condiciones y por completo. Soy hippie, somos hippies, somos libres y lo disfrutamos. Lo demás vendrá, cuando ellos echen vuelo.

Vanessa Caballero Nuñez,
MA, Psicología y madre educadora en el hogar.

Me divorcie.





                       Me divorcie

Hace más de ocho años, me divorcie de la opresión; y divorcie a mis hijos. 
Me divorcie del sistema escolar, de la rutina que implica el mismo. Me cansé de materias aburridas y obsoletas, que en nada llenaban nuestras expectativas. 

Un día desperté y me dije, " las escuelas existen, para castrar el intelecto, para castrar la curiosidad, para castrar la iniciativa, para castrar el pensamiento. La escuela existe para crear robots, niños sometidos. La escuela sirve, para transformar lo bueno, lo excelente, lo increíble, lo importante, en frustración, complejos, aburrimientos." 

Así, que sin más que pensar, decidí divorciarme de el sistema, de la sociedad, del que dirán los que no idealizan, los que tienen miedo a descubrir cosas nuevas o mejor dicho... a volver a nuestras raíces.

Me casé con la curiosidad y el talento, puse mi confianza en éste nuevo amor que llamo "unschooling". Por que no me puedo permitir dudar de la madre naturaleza, porqué quien me creó, hace todo perfecto, por ende, hace mentes brillantes, personas emprendedoras.

Mi sentencia de divorcio, me dejó hijos sanos, competentes, capaces, brillantes. Me dejó artistas, me dejó filósofos, me dejó dos hombre y una mujer retantes, ante la sociedad. Dos hombre y una mujer, que se niegan a ser oprimidos y seguir la corriente, me dejó hijos y una hija, dispuestos a seguir el legado. 

Divorciarme, me dejó conocimientos sobre la naturaleza, sobre la mente, sobre las emociones, sobre la salud. 

Me separé finalmente, de aquello que no nos deja aprender, ser artistas, científicos, poetas, compositores, etc. Me separé de quien me prohibía crear seres inteligentes...

Vanessa Caballero Nuñez,
MA, Psicología y madre educadora en el hogar.

jueves, 2 de julio de 2015

Carta a una madre.



Un largo tiempo sin escribir, entre citas médicas, la próxima compra de una casa y otras actividades; me he mantenido lejos del teclado. 


Hoy quiero compartirles un escrito que me ha indignado como madre. Desconozco de donde proviene el mismo, alguien me explica que es de un libro, la verdad lo recién acabo de leer en una página de Facebook y el escrito trajo mucha polémica.


Ciertamente, cada madre o familia, elije como educar a sus hijos e hijas, algunos traemos una programación de como hacerlo y otros optamos por romper con dicha programación.


Hoy día, hablamos de libertad; la libertad sexual, la libertad de género, la libertad de religión, la libertad educativa, pero suprimimos algunos y algunas, la libertad de nuestros hijos e hijas. 


Estamos habitando una sociedad avanzada, no solo tecnológicamente, sino en pensamientos, pero aún no damos valor a la esencia de los individuos, no como homosexuales, no como cristianos, etc; sino como personas. Cuando hago referencia a la palabra individuo, me refiero a sus emociones, pensamientos, sentimientos, cualidades, talentos, ideas y decisiones.


Antes de plasmar mi opinión sobre el polémico tema, comparto la carta que recorre la red social facebook.






"Querido HIJO:
Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas.
Cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas.
Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu madre: tú no votaste por mí.
Somos madre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad de criarte y educarte. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel de madre.
No soy tu cuate, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros.
Soy tu madre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!.
Yo no soy tu amiga, de esas tienes muchas, madre solo hay una...
En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor y el respeto. Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo,
mientras tanto confía en mí...Te Amo 

Atte: Tu Madre"
Tu madre. (desconocido). Querido hijo. 2015, de Pekelandia Sitio web: https://www.facebook.com/pekelandiapy/photos/a.180594355393798.39310.178570488929518/794150097371551/?type=1&comment_id=807663306020230¬if_t=like

Si bien es cierto que nuestros hijos e hijas, no votaron por nosotros. Tampoco eligieron venir a ser reprimidos con una madre opresora ante los sentimientos de su hijo e hija. Nosotras las madres, educamos hijos e hijas saludables, maduros y amorosos, ese debe ser nuestro trabajo. Ella (la de el escrito) cría hijos rebeldes probablemente, con sentimientos de rencor en muchas ocaciones y el que sus hijos o hija sean hoy día personas de bien, no significa que haya sido por su crianza, si no por el empeño de ellos mismos o ellas mismas como ser humano y su deseo de progresar y ser mejor persona en el planeta.

Debemos promover la crianza con apego, respeto y amor. No una dictadura, si no una democracia, donde nuestros hijos puedan desarrollar el pensamiento crítico y sean libres desde pequeños, pero si no cuestionan nuestras palabras y las de otros y otras, ¿como tendrán ese privilegio de pensar por ellos mismos o ellas mismas?. En el futuro, serán adultos sometidos a una sociedad que decide por ellos y por ellas. 


Hay que fomentar la salud emocional de nuestros pequeños hijos e hijas, para que sean adultos saludables.


La crianza de la cual habla la carta, fue la misma que practicó mi madre conmigo. Yo soy quien soy, no por su crianza fuerte, dominante y autoritaria, sino por mi determinación y empeño de ser un mejor ser humano en la vida.  


Agradezco a Dios, por no ser ese tipo de madre y poder decir que la mejor amiga de mis hijos e hija, soy yo, por encima de cualquier otra persona, esto me llena de orgullo y satisfacción. La educación de mis chicos y chica, se basa en el amor, el respeto, la democracia y el valor a cada sentimiento y expresión por parte de ellos y ella. 


Si mis hijos e hija, son emocionalmente saludables es por que entiendo  que no soy la máxima autoridad, que son seres humanos a los cuales debo respetar y proteger. Que cada opinión de ellos y ella, debe ser escuchada, analizada y discutida entre los cinco. Recordando que la conversación, es más efectiva que un golpe y que no caben palabras de humillación o mandato en nuestra familia. El apoyo, la afirmación y el poder del modelaje, vale más que el control absoluto en nuestro hogar. Aquí se dice "NO", pero con una base fundamentada y con amor, no con poder, por que repito, no soy el máximo líder de mi manada, si no el guía. 


Hoy día, reclamo tanto haber tenido una madre así, que aunque es estupenda y hoy día es mi amiga y aliada, esa educación moldeo mi carácter y lo he pagado con creces. Por eso es que no creo en la dictadura parental, si no en la crianza con apego. 


Mis hijos e hija, serán lo que quieran ser, recordando la premisa, que para cada acto hay una consecuencia, buena o mala, pero a pesar de los errores, siempre voy a estar ahí, no solo como mamá, si no como la mejor amiga que en la vida podrán tener. En éste mundo, donde somos amables con los de afuera y opresores con los de adentro, no van existir individuos que sean los mejores amigos de nuestros hijos e hijas, más que usted misma.


Ese escrito, solo demuestra la frustración de una madre por falta de control en su propia vida.

Traer a un hijo e hija al mundo, requiere de paciencia, amor, tolerancia y oídos para escuchar.

¡Éxito en la forma en que eduques a tu hijo!


Vanessa Caballero Nuñez,
MA, Psicología y madre educadora en el hogar.