sábado, 25 de octubre de 2014

Evaluando el Desempeño de Mis Unschoolers.

                                             

Luego de encontrarme con una graciosa publicación de una buena amiga en facebook, donde me pregunta sobre las calificaciones de mis hijos, recapacito y recuerdo que no todos conocen la forma de evaluar a un chico educado en casa de modo libre.

Ayer, vi muchas publicaciones de padres orgullosos de sus retoños por que aprobaron las materias escolares con A y B. Solo algunos padres de mis contactos, publicaron alguna C y por supuesto, ninguno publico las calificaciones D y F.

Voy a tocar de manera breve, como evalúo a mis chicos unschoolers:
  1. Mis hijos son sobresalientes.
  2. Mis hijos son talentosos.
  3. Mis hijos, dominan toda materia que quieren les cause curiosidad.
Nunca se menosprecia la falta de habilidades, por ende, en casa no existe la D y la F. No se penaliza por saber poco sobre temas obsoletos y aburridos, por ende, no existe la calificación C. Cada uno de mis hijos, se interesa por cosas especificas, cosas que les llaman la atención y expanden sus conocimientos, por ende, en casa no existe la calificación B. Cada uno de mis hijos, como individuo, llevan el aprendizaje innato dentro de si mismos y la pasión de guiarse por sus intereses, por eso tienden a sobresalir y ser talentosos; lo que equivaldría a una calificación de A, pero... como las calificaciones en los niños, niñas y jóvenes, son completamente absurdas y humillantes, pues descalificamos incluso la A.

No existen niños, niñas o jóvenes, más inteligentes o más deficientes que otros, de hecho, eso solo lo hace el sistema. Existen individuos destacados en ciertas áreas, tales como: ingles, matemáticas, historia, ciencias y español. Al igual que hay individuos destacados en educación física, teatro, baile, artes, deportes. También existen los individuos, que son sometidos a arduas horas de estudio y que simplemente memorizan ciertas materias que aprueban al tomar un examen de evaluación.

Los primeros, son aquellos que se destacan en la ingeniería, medicina, abogacía, etc. Los segundos, son los más penalizados y clasificados, ya que el sistema los etiqueta con problemas específicos de aprendizaje o con falta de interés, aunque evidentemente tienen un gran talento para actividades "extra curriculares", pero que el sistema las clasifica como " electivas", privando a dichos individuos de sobresalir igual o más, que aquellos que sacaron un A+ en geometría. Este grupo, ciertamente es el más perjudicado con papá y mamá, quienes no satisfechos con las habilidades de su hijo o hija, les castigan y les restringen o privan de ciertas libertades, como si una clasificación, determinara el grado intelectual de ese individuo. Por último, están los que memorizan, los sometidos al sistema, por que mamá o papá, necesitan alimentar el ego de que sus hijos tengan un SATISFACTORIO, pero cuando entran a la universidad, han olvidado la mayor parte de las cosas, aunque no quita que sean talentosos, de hecho, en éste grupo me encontraba yo en mi adolescencia y mi niñez.

En mi opinión, cada menor o adolescente, debe ser respetado, valorado y adulado por quien es, por lo que puede lograr, por sus méritos, por sus talentos. Las clasificaciones escolares, van más allá de una A. ¿Se ha preguntado usted, que sucede con los chicos o chicas que obtuvieron C, D, F? Sin dar importancia a todo aquello que le quitaron, como juegos electrónicos, celulares, salidas, etc; ese menor o joven ahora descubrió lo que es la  frustración y humillación de ser comparado con sus pares. 

El estado emocional que conlleva no valorar ciertos talentos en nuestros hijos e hijas, jamas podrá ser restituido por el sistema educativo.


Solo me resta felicitar a todos y cada uno de los estudiantes del sistema escolar y dejarles saber que son únicos, especiales e inteligentes en su área... ‼ÉXITO‼


Vanessa  Caballero Nuñez, 
MA, Psicología, Madre Educadora en casa.


1 comentario:

  1. Excelente, totalmente de acuerdo! de hecho hasta cuando era docente me causaba tirria tener que poner un número a un alumno!
    "El estado emocional que conlleva no valorar ciertos talentos en nuestros hijos e hijas, jamas podrá ser restituido por el sistema educativo." Cuánta verdad!

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